MIGUEL PANADÉS/ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Cinco partidos en apenas quince días a un ritmo propio de la NBA que ha provocado un estrés competitivo inicial y que ha puesto a todos los equipos en alerta cuando la mayoría están todavía ajustando conceptos. Un difícil test para ese tipo de entrenadores a los que le gusta ir mejorando poco a poco disfrutando mucho más del  crecimiento de su equipo  que de unos buenos resultados iniciales. Una prueba de capacidad para gestionar el presente sin dejar de invertir en el futuro.

Quince días repletos de viajes y partidos, de sesiones de entrenamiento con especial carga táctica y trabajo específico de fisios y preparadores físicos. Porque esa “locura de octubre” que pone punto final este primer fin de semana de noviembre ha llegado tras una pretemporada diseñada para entrar bien armados, física y tácticamente en la competición. Pero que nadie se equivoque porque la experiencia y capacidad de los técnicos de la competición no les ha hecho caer en la tentación de poner sobre la pista todo su arsenal y dentro de esa programación de temporada quedan todavía contenidos de mucho valor guardados para más adelante.

Tras esta jornada llegará la calma, la normalidad de suficientes sesiones de entremiento ante el partido semanal y sólo aquel que esté en Europa volverá a vivir la experiencia de pasar las semanas entre viajes. Y ahí se empezará a ver el crecimiento de muchos equipos desde el trabajo pausado de sus técnicos. Ahí se podrá disfrutar de la progresión de unas jugadoras que necesitan disfrutar de las sesiones de mejora. Esta liga ha empezado fuerte, muy fuerte pero tiene además un largo recorrido por delante. Disfrutemos del fin de semana.