MIGUEL PANADÉS/ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

De entre todas las jugadoras españolas internacionales en el último verano tan sólo dos nacieron en el mes de diciembre. Una, la U16 María Barneda (presente sólo en preselección) y la otra, Marta Xargay. De hecho existe una evidente limitación para los deportistas nacidos a finales de año ya que si trasladamos ese análisis al baloncesto masculino veremos como en la relación de internacionales de las selecciones masculinas aparece tan sólo uno nacido en diciembre, Alberto Abalde de la U20M.

Podríamos ir a buscar el origen de ese fenómeno en los campeonatos de España de minibasket comprobando como ahí, el 80% de los niños y niñas son nacidos en primer semestre del año. Ser incluido o no para una Selección Autonómica influye en la posterior suma de experiencias puesto los elegidos incrementan el número de sesiones semanales, compiten contra los mejores, conviven y entrenan con los referentes de sus edades en una rueda de experiencias que sin duda influye en su mejora.

Parece obvio pues que el rendimiento inmediato que se busca a veces a la hora de captar talentos por parte de los clubes y federaciones puede condicionar el futuro de otros jugadores y jugadoras con tanta o más proyección que los elegidos para ese evento pero con un presente menos “eficaz” por cuestiones de desarrollo físico. Unos meses de diferencia en edades tempranas tienen mucha importancia. En el informe que adjuntamos observamos como el dominio de los más mayores de entre los pequeños es avasallador en los Campeonatos de España.

La Federación Española de Baloncesto y las Federaciones Autonómicas están analizando esta situación entendiendo que abordamos un porcentaje de jugadores y jugadoras muy elevado a los que vale la pena, ya sea desde el trabajo de concienciación de los propios clubes de origen o desde la creación de oportunidades para los más jóvenes entre los jóvenes, intentar impulsar equilibrando esa debilidad inicial.