La intervención ha tenido lugar en la Clínica Mutualia Pakea y ha marchado según lo previsto, así que la jugadora comenzará en breve el proceso de rehabilitación con la calma que le otorga el hecho de que la competición haya terminado.

Onintza ha jugado casi toda la temporada con el menisco roto, aunque ha podido aguantar sin pasar por el quirófano, lo que hubiera supuesto estar de baja unas cuantas semanas en una plantilla que ha estado muy mermada por las distintas lesiones. Las molestias habían aumentado en las últimas jornadas y la alero donostiarra decidió pasar por el quirófano, algo que ha hecho esta mañana, apenas tres días después del final de la campaña.