MIGUEL PANADÉS/ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Desde su habitual discreción Ndour demostró este verano no sólo tener calidad física y técnica para convertirse en una jugadora referente en la Selección Absoluta y pieza clave en la medalla de bronce del reciente Eurobasket sino además enorme fortaleza mental para asumir un rol fundamental en un equipo compuesto por estrellas consagradas. Ndour hizo nada más y nada menos y salvando distancias, de Sancho Little, y cumplió con esa misión con una personalidad y una solvencia que evidenció que a todas sus virtudes une la ambición para asumir retos cada vez más difíciles.

Es una pivot de presente y futuro no sólo por sus capacidades de juego sino porque representa una jugadora interior atlética capaz de correr más veloz que ninguna otra la calle central, de recuperar posiciones defensivas con una rapidez felina, capaz de aprovechar su alta estatura  al máximo con un salto vertical intimidatorio. Ver a Ndour es una alegría por su estética de juego, por esa armonía de movimientos, cerca del aro pero también en un perímetro desde donde no duda en lanzar de tres puntos con buenos porcentajes. Tiene calidad técnica para atacar de cara pero también de espaldas al aro.

Todos sentimos razones para estar satisfechos y orgullosos. Sus descubridores y formadores en Canarias por haber hecho de una niña alta, una jugadora de máximo nivel llamada a convertirse en una de nuestras estrellas más importantes en el panorama nacional e internacional. Desde Perfumerías Avenida por haber conseguido traer a su plantilla una pieza clave en sus nuevos objetivos también en competiciones FEB y Europeas. Y en la Selección Absoluta por haber sumado otra representante de una nueva generación de talentos, en esa constante fusión  que permite un ilusionante relevo que garantice estar siempre entre las mejores del panorama internacional.